viernes, 28 de septiembre de 2012

GUSANOS



                                                              

        Como alas de mariposas revoloteaban las ideas por mi desnuda cabeza, estaba todo sumamente plagado de infectos gusanos y luciones, unos se arrastraban, otros caían desde zonas más altas para enroscarse en los cuerpos fríos y desnudos de sus congéneres, en algunas oquedades las cresas devoraban trozos de mi perforado cerebro, podía sentir cada mordisco que me daban, sentía una aguda punzada que me llegaba hasta el corazón en décimas de segundo, consiguiendo que el bombeo fuera irregular y muy acelerado.
     Notaba el lento avance de los helmintos vermiformes sobre las autopistas de mi información, notaba cómo abrían los cajones de mis ocultos archivos para devorarlos lentamente, estaba perdiendo velocidad en mi sinapsis, pues las perforaciones eran cada vez más profundas y dañinas.
    El desencuentro con la realidad cada vez era más evidente, ya nada era como parecía, ni yo me comportaba como debiera, todo presagiaba una debacle, puesto que ya casi ninguna pieza del gran puzzle encajaba en su sitio y tampoco me importaba mucho el buscarlo, puesto que nunca me han interesado mucho estos tipos de juegos.
    Los días comenzaban como habían acabado los anteriores, sólo que un poco más viejo y con mi queso gruyere más y más perforado, pero por lo demás todo parecía un remanso de paz, era como una gran balsa de aceite que sólo se movía cuando yo lo ordenaba. La línea era cada vez más larga, pero a su vez mas estrecha y resbaladiza. Las profundidades se hacían insondables, pero eso no me inquietaba, puesto que todo estaba previsto, el guión estaba escrito y no había razón para cambiarlo.
   Llevaba algunas semanas sin crear nada, sólo algún relato absurdo e inútil como este que estáis leyendo, había abandonado los libros de artista, puesto que ya había quemado esa fase, otra fase más que moría sin pena ni gloria. Pero me había regalado  una treintena de ejemplares que desde los rincones más exóticos me llegaron y que yo guardo y conservo con muchísimo cariño e ilusión, aún atesoro un puñado de amigos y colaboradores de aquellos tiempos.
   Entre punzada y punzada de mis Gnatostomúlidos podía pensar y discernir algo, casi siempre trozos de cosas unidos a rastros de recuerdos, todos ellos discordantes y absurdos. Así podía rellenar los huecos entre las teselas de mis amplios vitrales. Esos por donde me asomaba a ver el mundo, o mejor dicho a ver y percibir mi mundo, ese lugar tan distinto en el que yo moro y que nada tiene que ver con en el que vive el resto de la humanidad. Este lugar por el cual me asomo es un trozo de ventana amorfa y multicolor, esta formado por infinidad de prismas que cortan y filtran la luz en un universo de fantasía, y que todo ello unido a mis terminaciones nerviosas le confieren a mi universo ese aspecto tan peculiar y diferente en el cual me muevo y me gustaría poder contaros para que disfrutéis también de mi entelequia.
    Posiblemente todo empezara mucho antes de donde mis recuerdos llegan, es posible que ni siquiera fuera algo concreto, sino un cúmulo de situaciones y emociones encontradas y diversas que se unieron en mi fresca cabeza ávida de conocimiento en una prontísima edad. Pero como siempre ocurre el ambiente donde uno nace y adquiere los primeros conocimientos y experiencias en la vida influye y mucho en eso que luego se llamara aprendizaje.
    Todo lo que nos envuelve desde nuestro nacimiento va forjando nuestro carácter, tal cual hago yo con el hierro en mi taller, aunque allí nos ayudamos de la fragua, que junto con un martillo maleamos el duro metal. En la vida nuestros educadores se valen de otros utensilios, unas veces mas suaves y otras no tanto, consiguiendo así que sintamos el peso de nuestra soledad desde el mismo día en que nacemos y nos cortan el cordón umbilical, infringiéndonos desde ese instante el dolor que vamos a padecer durante el resto de nuestros días. Así empieza la historia y así la escribimos todos, desnudos y llorando en un mundo inhóspito en el que ya no nadamos dentro del caliente y seguro útero materno.
    Nunca he sabido desde cuando poseo esos indelebles parásitos en el interior de mi sesera, tampoco nunca me he preocupado por saberlo, puesto que vivimos en una simbiosis en la que nos necesitamos mutuamente. Yo los alimento y ellos atesoran en sus vientres mis vivencias, mis recuerdos, mis fantasías y todo aquello que les ordeno, puesto que tienen el deber de la obediencia, cosa que fue lo primero que aprendí yo y que exijo a todo aquel que esté a mis órdenes. A cambio yo les doy protección y alimento vitalicio. En su mundo ellos son felices, o al menos yo lo veo así y eso me reconforta y me hace feliz, les estoy dando un mundo perfecto dentro de su jaula de oro.
    Pasados mas de cincuenta años me he dado cuenta que esta helmintiasis que arrastro no es tan beneficiosa para mi como pueda parecer “a bote pronto”, puesto que estos esclavos no dejan de comer, diariamente necesitan ingentes cantidades de alimento, que yo les proporciono en forma de recuerdos, retazos de textos, elaborados sueños y muchas fantasías. Pero lo que aun es peor es que se reproducen, y lo hacen cada vez mas rápido y en proporción geométrica, con los cual ya no doy abasto a suministrar el sustento necesario para mantener a la población en buena actitud hacia mi, y esto hace que sus mordiscos sean cada vez mas feroces, sus fauces se introducen en mis entrañas arrancándome trozos de mis librerías que nunca debieron tocarse. Esto funciona como un ordenador, no solo tiene que estar todo, sino que además debe estarlo en su sitio para su perfecto funcionamiento, puesto que de lo contrario habría que resetear el hardware con la dificultad añadida de que nadie podría ayudarnos desde el exterior dotándonos de un nuevo software.
     Es difícil hablar de ellos sabiendo que antes de teclearlo ya están deglutiendo lo que yo voy a escribir, y es posible que no les guste el sabor del alimento que les esta llegando, puesto que deben de notar que se están convirtiendo en caníbales y puede que me lo hagan pagar caro, supongo que el riesgo forma parte de la automedicación que me estoy administrando, aunque de momento no siento nada, todo parece normal. Intentaré seguir con el relato en la medida que estos molestos animales me lo permitan.
    Conocido el problema y asumido, ya sólo me resta procurar vivir con el en las mejores condiciones posibles, puesto que pienso que la cura es imposible, ya que forman parte de mi yo y en ellos están depositados todos mis recuerdos y no puedo prescindir de esa parte de mi.
     Con el pasar de los años nos hemos hecho imprescindibles y no seríamos capaces de sobrevivir el uno sin los otros, así que yo disfruto de sus portentosas dotes de memoria, de la velocidad con que me dan la información que necesito en cada momento a cambio de soportar la pesada carga de tener mi materia gris totalmente perforada y llena de estos repulsivos bichejos, que espero no verlos nunca, puesto que cuando estén fuera de mi es porque han terminado de devorarme y salen a buscar un nuevo lugar donde vivir y reproducirse. En ese último instante supongo que nos miraremos por primera y ultima vez, entonces ellos se llevaran mi vida y mis recuerdos a otro ser, mezclaran mis historias con otras nuevas y distintas y el nuevo morador nunca sabrá qué fue real y qué no, como yo he podido comprobar por mi mismo al cabo de muchos años.
    Los cajones que antaño estuvieron llenos de legajos carcomidos estarán vacíos, sólo el polvo reposa en sus carpetas y todo rastro de vida desapareció. Las estancias amplias que un día fueron una materia gelatinosa están vacías y tristes y la poca luz que penetra por los agujeros que hicieron sus moradores antes de salir nos hace ver algo que fue un lugar de vida, un sitio de trabajo el lugar de donde salían mis fantasías y mis ilusiones, el depósito de todas mis venturas y desventuras.
     Espero que la salida de estos desventurados vermiformes tarde en producirse y que me de cuenta de la incomodidad de ellos cuando les vaya faltando el sustento y así pueda yo proporcionar y racionar las colaciones para retrasar en la medida que pueda el desenlace de una parte importante de mi.
   Después de esta revelación ya puedo experimentar como un pequeño y agradable cosquilleo cada vez que siento esos pequeños bocaditos en mis entrañas, sé que ellos están plácidamente alimentándose y que todo esta funcionando según esta previsto en un guión nunca escrito y que yo he intentado bosquejar para que entendáis el porqué veo como veo, el porqué percibo como percibo. Todo varía según por el canal donde naveguen en ese momento las informaciones que se estén intercambiando.
   Es importante saber que no siempre vemos lo mismo ni tiene por que coincidir con la percepción del resto de las personas, puesto que cada uno poseemos nuestros propios gusanitos y la red perforada nunca es igual en cada individuo ni se mantiene inmutable, sino que por el contrario evolucionamos y siempre hacia una nueva concepción de la realidad.
  
 

LA LUNA AZUL




               La  luna azul es la segunda luna llena ocurrida durante un mismo mes del calendario gregoriano lo que sucede aproximadamente cada dos años y medio.
       Los meses del calendario gregoriano, salvo febrero, tienen una duración superior al lapso de tiempo entre dos lunas llenas (ciclo lunar) que es de 29,5 días. Es por eso posible tener dos lunas llenas dentro de un mismo mes.
       Entre tres y siete veces en cada siglo hay dos lunas azules en un mismo año. Debido a que el mes de febrero es el único cuya duración es inferior al ciclo lunar, la primera siempre se produce en enero y la segunda, en orden decreciente de probabilidad, en marzo, abril o mayo.
      Las siguientes lunas azules se producirán en agosto de 2012, julio de 2015, enero y marzo de 2018, octubre de 2020, agosto de 2023, mayo de 2026, diciembre de 2028...
    El calendario mexica, llamado haab por los mayas y xiupohualli por los pueblos de habla náhuatl es una denominación impropia del sistema de medición de tiempo empleado por los pueblos de Mesoamérica.
    Este sistema tiene dos versiones: el llamado calendario maya, dedicado a la medición de ciclos astronómicos, y el llamado calendario náhuatl o mexica, de uso civil. Ambos se basan en la interrelación de un año sagrado de 260 días con el año vago (natural) de 365 días, lo cual forma ciclos de 52 años llamados Fuegos Nuevos.
     Dos ciclos de 52 años forman un huehuetiliztli (ancianidad), es decir, 104 años. A su vez, los Fuegos Nuevos se organizan en paquetes de veinte, que forman grupos superiores de 5200 años llamados "soles".
     El calendario de los mexicas comparte la estructura básica de los calendarios solares de Mesoamérica. Un calendario civil de 365 días (xihuitl) proporciona las referencias cronológicas para las actividades de la sociedad en su conjunto; al mismo tiempo, un calendario místico de 260 días (tonalpohualli), utilizado para establecer horóscopos y predicciones. La combinación de ambos produce ciclos de 52 años de duración que se denominaba Xiuhmopilli (atadura de años).
     Estaba yo con mis recién cumplidos  Fuegos Nuevos y a la mitad  de la “ancianidad” según el calendario maya, observando la luna. Sabía que aun tenían que pasar siete meses para disfrutar de la próxima  luna azul. Repasaba mentalmente todos y cada uno de los tropiezos de los últimos tiempos, buff, podría ir metiendo los pies en todos y cada uno de los cráteres del satélite que me miraban fijamente y caerme, para volver a levantarme, tantas veces que se me romperían  las rodillas, las piernas y todo mi ser.
     Que carga tan pesada llevaba en los últimos tiempos. Quizá el paso de mi primer y seguramente último ciclo me había destruido de tal forma, que quedaba exhausto en cada una de mis manifestaciones creativas, obras que sin pena ni gloria pasaban por mi vida como un tren de largo recorrido.
   En aquel tiempo estaba preparando un libro de artista para un intercambio internacional, este era el motivo por el cual me estaba interesando tanto en la luz que nos invade en muchas de nuestras tristes noches, la misma que nos ha perseguido por cielo y tierra, por mares y valles. Nos ha perseguido de noche y de día. Nunca nos ha perdonado, siempre caminando junto a nosotros en forma de sombra, arrastrándose dócil y apesadumbradamente para recordarnos lo efímero de la vida terrenal.
    Ya tenía casi todo preparado, muchas lunas, enormes y azules lunas, otras lunitas pequeñas, como preciosas bolas de ping pong que danzaban sobre negros mundos plagados de estrellas y astros, con sus lejanas nebulosas de formas fantasmagóricas.
     Lunas que alguien había depositado en mis manos para que las dejara escapar dulcemente entre mis temblorosos dedos.
    Había lunas reticuladas, entre recortes de periódicos, lunas en blanco y negro, había lunas rotas y lunas vivas, había lunas de todo tipo, pero todas ellas llenas muy llenas para completar nuestras vidas.
    Estas azules llamaradas de ilusión que se repartirán entre un puñado de amigos, espero que iluminen nuestras oscuras noches de insomnio y zozobra.

jueves, 27 de septiembre de 2012

LA PUERTA DE LA JUSTICIA

      Cuenta una leyenda sobre la puerta de la Justicia de la ciudad de Granada .En la que se encuentra una llave en el arco interior y una mano en el exterior, que: el día que la llave del arco interior de la Puerta de la Justicia y la mano de su arco exterior se unan, es decir, si la Alhambra cae, será por que ha llegado el fin del mundo.
      Traspasando ese arco tras mi paseo por la recién descubierta ciudad como estudiante y acompañado por mi amigo cordobés Eduardo Lama llegábamos a una suave adoquinada y ultima cuesta de este precioso recinto, ya estábamos en el interior de las murallas. Al mirar a mi alrededor vi que estas estaban formadas por sillería en piedra, pero un tanto extraña, pues estaban cortadas estas lozas en forma bastante larga para el poco espesor que tenían, ya acercándome pude ver algo que parecía como inscripciones. Rápidamente tuve la respuesta de boca de mi amigo.
     Pausadamente, me explico: guanche (como el me llamaba) Isabel de Castilla decidió reforzar la muralla que va desde la Puerta de la Justicia a la Plaza de los Aljibes, y lo hizo con las lápidas del cementerio real de la Alhambra. Hoy en día aún se pueden apreciar los cantos de estos testigos marmóreos funerarios y como fueron dispuestas en esta muralla de muerte.
      La imagen de la famosa película la Lista de Schindler, en la que aparecen los judíos pisando una especie de carril construido con las lápidas de sus muertos tiene un reflejo pasado en la Alhambra.
    Estos largos paseos de primavera eran preciosos, agua, mucha agua corría por las acequias, y el verde tan profundo con que nos obsequiaba la naturaleza lo hacia todo mas bucólico. Ya no recordaba aquellos días, pues han pasado mas de treinta años, hasta que esta mañana al deshacer un pergamino que no se como llego a mis manos, volví a ver la imagen, aquello fue como si un caballo me hubiera pegado una gran coz en la cabeza.
    Deshago el nudo de mi arrugado y maltrecho rollo. Era como si después de muchos siglos alguien volviera a abrirlo, crujía al intentar desdoblarlo para así poder ver de qué se trataba aquello, mis manos temblaban, de su interior caían hojas, revoloteaban pájaros por mi cabeza.
     Esta piel era de una textura similar a la de cocodrilo, pero en su interior se encontraban esas inscripciones que ya viera en aquella ocasión por primera vez y que siempre volvería tocar cada vez que volvía, pues ya nunca mas abandone esta magnifica ciudad.
     Las palabras que había en el interior de este hermoso legajo pertenecía a un poeta que recientemente había conocido, era Arturo Casciaro y que desde Inglaterra me mandaba una hermosísima poesía en la que incorpora arte visual junto con repeticiones en dos idiomas para recalcar la realidad que nos rodea y nos exprime hasta la extenuación, al hacernos bailar el “baile de la muerte”, adentrándonos así en la profunda reflexión en la que nos deja tras volver a cerrar el manuscrito.
   Encantador trabajo Arturo Casciaro, me ha encantado tanto la factura, como el trasfondo. Muchas gracias por haberme hecho disfrutar de tu creación. Un abrazo.

TODO ES POSIBLE EN GRANADA


    Ayer un día del frío invierno, al abrir mi buzón encontré un pequeño copo de nieve en su interior. Al verlo tan blanco y perdido, lo llevé a mi casa, que estuviera junto a mi, pues me gustaba ese brillo tan angelical que me dedicaba cada vez que lo miraba.
  Era redondo y suave como una nube de algodón, blandito al tacto, y contra todo pronostico cálido, no me regalaba lágrimas al derretirse por la temperatura de mi mano, solo vi que se iba haciendo traslúcido con el paso del tiempo, primero le veía un tono perlado, rosáceo, hasta que me entregó su verdadero color. Rojo, un rojo intenso, cegador.
  Recuperado ya de mi extrañeza y viendo que estaba abriéndose como una flor, vi que de su interior brotaba una maravillosa obra, un pequeño y encantador haiku finamente tramado sobre papel de arroz, una larga y fina fibra de cereal hábilmente urdida por las sensibles manos de de Virginia Maluk.
  Estuve largo tiempo contemplando la dulce y ajada carcasa de esta linda flor que viajo desde Viña del mar Chile hasta mi buzón, la vi tan llena de ilusión y esperanza que me daba miedo que al abrirla escapara todo su aroma de golpe y perderlo para siempre, pero no fue así, y cada fino pétalo de la flor fue un canto a la belleza y a la sensibilidad.
  Agradezco este trozo tan hermoso de ti y felicito a todos los que lo van a tener.

Libro de Sodi Gabriela

     Después de haber descansado toda las noche, después de haber reposado la larga y dura semana, después de haber visto la cara de mi profesor de edición de arte Manuel Magán cuando sacó un librito de su sobre, el primero que puse en la cajita, una cajita que dulcemente prepare para que pudiera deleitarse con mi pequeño tesoro.
     Había colocado ese libro el primero, quería ver su cara, su expresión, intentar sondear el hierático rostro de mi amigo, quería escudriñar sus sentimientos cuando abriera el maravilloso regalo para sus ojos que yo le ofrecía.
     Pasaba lentamente las hojas, tocando, oliendo, sintiendo la dulce mano de mi amiga Sodi Gabriela que desde tierras lejanas me ofrecía su dulce trabajo sutilmente envuelto en un halo de magia y fantasía, de lejanos mundos por conquistar, de corazones hambrientos. Era un mundo sin fronteras, un mundo abierto en el que las distancias se habían reducido a un corto espacio de 10X10.
     Pocas horas después, ya de mañana, con la mirada relajada, con la mente abierta a nuevas cuitas, me encuentro un mensaje de Cuernavaca (cuanto evoca ese nombre.            
     Películas de western, que viéramos en nuestra juventud, de grandes y verdes praderas, de suaves cabalgadas de caballos guiados por sus jinetes). Que bonitas palabras, que ilusión contenida. Estaba nuevamente en lo alto de la nube, en la luna azul que me envolvía desde hacia varias semanas.
      Gracias Sodi Gabriela por tus dulces y emotivas palabras, gracias nuevamente por trasmitirme tan sutilmente tus emociones y sobre todo gracias por incluirme en tu selecto grupo de amigos.

NEPHILA GIGANTE

    
      Científicos de Estados Unidos y de Eslovenia han descubierto una nueva especie de ‘Nephila’ gigante, una araña tejedora de seda de oro, originaria de África y Madagascar. Esta nueva especie, es la más grande conocida hasta el momento”.
    Son conocidas por ser las arañas tejedoras más grandes, y producen las telas de araña de mayor tamaño, que a menudo superan el metro de diámetro, y su seda se asemeja al oro.
    Era la noticia que había leído esta mañana, aun me daba vueltas a la cabeza cuando llegue a la escuela, en el reloj de la pared marcaba las quince treinta de la tarde, aun estaba intentando hacer mi pesada digestión, sentado frente al telar, urdiendo,( esta vez solo hilos) muy soñoliento, intentaba no bostezar, apenas podía ver entre los lizos la trama, estaba todo tan enmarañado, el suelo lleno de restos de mil batallas de ovillos y madejas, destrozos de uno y otro bando repartidos por toda la estancia. Un poco más allá las guarniciones esperaban el momento justo para atacar asomados discretamente sobre las almenas de las cestas, con sus agujas afiladas y las canillas en ristre. Se notaba la tensión del momento, sabia que todo podía empezar en cualquier momento y no quería perderme el desenlace final.
   Desde mi atalaya podía presenciar perfectamente todo el campo de combate, mi posición dominante de tejedor me hacia parecer una Nephila gigante, con su abdomen hinchado y sus ojos expectantes, atentos a cualquier movimiento de mi red y sus alrededores.
    Tímidamente vi como algunas avanzadillas se posicionaban en lugares estratégicos, cubriendo los flancos del enemigo, ya bostezaba sin timidez, apenas subía la vista para separar la urdimbre y así poder introducir mi canilla y seguir con la sarga que estaba tejiendo.
    Las tropas de este ejercito tan multicolor estaban ya dispuestas para la batalla final, eran formaciones muy estudiadas, pues a vista de pájaro parecían formas muy reconocibles por mi, como pudieran ser unos nudos marineros, incluso una formación en orden de combate se asemejaba muchísimo a un corazón, todo unido por trincheras de hilos de diferente textura y origen, aunque todos vegetales, en el interior de cada estancia de lo puestos ya habían conseguido hacer tramas muy tupidas de fino algodón y grandes manchas marcando los territorios conquistados. Estas se parecían desde lo lejos a trozos de papel artesanal. Se veía precioso, era todo tan armónico que empecé a desperezarme para poder acercarme y leer los estandartes que portaban, en ellos pude distinguir en sus insignias de guerreros frases como: “itinerarios íntimos”, “vuela libre”, singladuras, aire….
   Discretamente me acerque para comprobar que nada se había movido, todo era fruto de mi sopor e imaginación, lo que si me extraño fue un hilo que parecía muy bien atado, tire de el para sacarlo de la cesta y encontré un lindísimo libro, muy blanquito, muy limpio, era como un cuadernito de viaje finamente hilado por manos maestras, manos de mi amiga Mª Antonia Sánchez que desde Marbella me mandaba mensajes de luz, pureza y paz, mucha paz.
    Maravilloso libro sutilmente entrelazado y gran limpieza y pulcritud en su factura. Te felicito amiga por tu buen hacer y cariño con el que me lo has mandado. Espero que te guste y os guste a todos. Un fuerte abrazo.

EL DIA DE REYES

     Eran las diez de la mañana del día seis de Enero.,  Había visto todos mis regalos y los de mis hermanos, incluso había intentado jugar a algo sin conseguirlo por la intensidad del momento, todo eran risas y alegría, pero ya estaba notando el desasosiego propio de la bajada de adrenalina tan fuerte que sentía siempre aquel día tan especial, tan deseado y soñado. Estaba sentado en el suelo, ya un poco retirado de los juguetes de los papeles arrugados, incluso de los caramelos multicolores que salían de los zapatos.
   Era una sensación que ya conocía y no me gustaba nada, pues sabía que pronto me encontraría en la caida libre esa tan desconcertante y trágica a la que me enfrentaría ya por el resto de mi vida y por diferentes circunstancias, unas internas ( las mas) y otras por circunstancias que no podía controlar. En aquel momento ya terminaba todo, desaparecía la ilusión, notaba que se me escapaba algo importante que portaba dentro de mi y que ya nunca recobraría, este trágico desenlace seria la sombra que acompañaría a este ser miserable durante el resto de sus días. Ya ni la famosa sonrisa falsa podía esconder la fría y calculadora mirada del monstruo que crecía en su interior y que se asomaba cada cuanto a ver los destrozos que iba dejando a su paso.
     No era Enero, pero también hacia mucho frío, no era el día de los Reyes Magos, pero había sido agraciado con una muestra de amistad desde tierras lejanas, desde el país del mate y el tango, entre bailes y sonrisas me llegaba un presente digno de dioses que amargara al monstruo que habita en mi interior, este  un librito que entre dobleces, tal y como era su receptor  se podía ver desde distintas formas, ¡que bien! Pensé, así siempre se puede adaptar en forma y lugar a mi personalidad.
    Este libro, laberinto sinuoso que te atrapa y te hace sentir dulce y tierno, delicadamente te va introduciendo hacia su interior para dedicarte solo una palabra ¡TE AMO!, si ¡TE AMO! pone, mientras que el tren de la vida se aleja a gran velocidad entre risas y corazones rotos.
    Es un libro realizado con una gran ternura y delicadeza que quizás yo en este momento sea incapaz de interpretar. Esta ventana que me brinda mi amiga  Anahí Gentile me ha dejado sentir una suave brisa de aire puro a mi ser.
  Muchas gracias por tu obra y espero que sigas tan vital y profunda siempre. Un abrazo.

LA LUNA LLENA

      “El astrolabio es invención de los antiguos griegos pero se olvidó en Europa y fueron los árabes quienes lo reintrodujeron en la península Ibérica hacia el siglo XI. Desde ahí se extendió al resto de Europa y a finales de la edad media y durante el renacimiento se uso mucho………….”
      Eran las palabras que mi padre, que me decía una noche en la playa de Tauro en Las Palmas de Gran Canarias, noche estrellada y arrullada por el constante romper de las olas a solo unos metros de nosotros, mirábamos extasiados una magnífica luna llena recién salida por el horizonte y sus plateados reflejos sobre el mar Atlántico. Fue entonces cuando me indicó donde estaba la estrella polar y la singular forma con que se orientaban los navegantes, según la posición de esta y sus estrellas cercanas (las guardas).
     Casi cincuenta años después y situado mucho mas al norte, desde la ciudad de Granada, volví a recordar con nostalgia aquellos breves momentos en los que nos dedicaba su tiempo, dándonos clases magistrales que ya nunca mas olvidaríamos.
     Me quedé extasiado recordando aquel dulce momento, aquella paz junto a nuestro guardián, aquel olor a tabaco rancio que irradiaba mientras devoraba lentamente una colilla entre sus labios, dedicándonos esa sonrisa socarrona, la misma que fuera desapareciendo lenta pero inexorablemente hasta el final de sus días.
    Era una enorme y redonda luna, maravillosa. Ya llevaba unos meses interesándome más por este astro, pues preparaba un libro de artista para intercambio con unos amigos.
    Necesitaba conocer íntimamente el satélite, quería conocer como era, que sentimientos me despertaba para así poder transmitirlo yo al mundo por medio de unas imágenes ensambladas en mi libro.
    Entre mis toscas manos llevaba un pequeño librito que me había llegado de México, era una pequeña y hermosa maravilla finamente encuadernada en la que ya por fuera se intuía que hermosas estampas iba a visualizar cuando abriera ese cuaderno de viaje. ¿Hasta donde me llevaría?, posiblemente tan lejos como quisiera, la Luna seria un buen destino. Verme a mi mismo volando, portando tan delicioso bagaje en mis manos. Me dejaba llevar por la nostalgia y la hermosura del momento.
    En el interior de la obra veo el corazón de Gabriela Sodi, un corazón abierto de par en par sin miedo ni pudor, un corazón que ha sido capaz de compartir con todos, y para que veamos las rutas de la vida, las rutas del corazón, las rutas de su corazón, limpio y dulce.
    Guardaré este libro con muchísimo cariño junto a las demás maravillas que aun me van llegando, Es una sensacional obra, no solo por la calidad técnica, sino por la sensibilidad que demuestra su autora a la que desde aquí agradezco tan sensible y profundo regalo. Un abrazo Sodi Gabriela.

DIBUJANDO EN LA CALLE I

  ………………. Había puesto  la música sin saber que había en reproductor de CD. , me tumbe en la cama sin mas, solo retiré mis chanclas de una patada, pues estaba cansado hecho jirones, pero feliz, había sido un buen día, me quedaba poco para terminar de dibujar el hermoso edificio que abre la calle Reyes Católicos esquina Gran vía de la ciudad de Granada ( recuérdenme que os enseñe una foto), era un edificio modernista bello muy emblemático, pero estaba cansado, llevaba mas de una semana en ello, borraba mucho no avanzaba apenas, la temperatura muy alta, pues comenzaba a las 5 de la tarde nunca marcaba el termómetro menos de cuarenta grados, sudaba mucho, pero hacia pocos días que comencé a ponerme camisetas diferentes cada día, de esas que yo mismo pinto y nunca me pongo, pues como era tan fotografiado, se merecían una imagen diferente cada día.
    Me sentía bien después de cada larga jornada de trabajo, la música invadía mi estancia era Shine On You Crazy Diamond, de Pink Floyd, seguía escuchando con deleite la misma música con la que crecí. Mi mirada perdida ( como siempre) y la mente en el aire flotaba, recordaba comentarios, miradas furtivas de los viandantes, otra tarde rodeado de turistas, pues en Granada en Agosto solo hay visitantes y así yo podía estar tirado en el suelo tranquilamente sin que nadie me conociera y pensara que era un pedigüeño mas.
      El regocijo me inundaba mientras me invadía un sopor muy profundo, aquella música me hizo ver un abanico multicolor de mariposas que volaban sobre mi cabeza y estoy seguro que no solo era por algún whisky que tomé antes de mi jornada de trabajo de campo. Estas maravillosas y multicolores mariposas giraban sobre mi hasta sentirme yo también muy etéreo, feliz y contento de ver como estos lepidópteros venidos de México y gracias a la teoría del caos, con sus leves aleteos estaban variando todas las condiciones iniciales con las que me encontraba en el momento de verlas cobre mi cabeza.
      Estos aleteos sublimes que me habían llegado gracias al buen hacer de mi amiga Albertina Tafolla se habían escapado de una bonita cajita de seda que las unía con finísimos hilos multicolores para que no se perdieran con alguna ráfaga de viento. Son cientos, miles de mariposas, no se cuantas, pues la verdad es que mi cabeza giraba y giraba tras ellas. Que bonito que día me había regalado la vida.
     Gracias Albertina Tafolla por tu obra tan delicada y por los detallitos con que recreas todas tus obras, me encanta el arte textil, de hecho estoy estudiándolo ahora y me siento muy feliz. Un abrazo a todos.

CUADERNO DE BITÁCORA

    Ya corta el viento con sus afiladas aristas el cuaderno de viaje que sutilmente colgaste entre las alas de las multicolores mariposas que habían quedado atrapadas entre las páginas de tu maravilloso libro.
  Ya corta la espuma del océano atlántico para encontrarse con los restos de los naufragados trozos que el viento repartió por este pequeño mundo.
   Ya corta la respiración de quien observa embriagado el poder del arte para unir a la humanidad en pos de una pequeña hoja de papel.
   Ya corta el aliento de ese cartero que desmiembra todas y cada una de las vicisitudes pasadas por ese acto de amistad que finalmente llega a su destino.
   Ya corta el aliento de mi amiga Albertina al descubrir el secreto que guardaba en su interior aquel trozo de grabado estampado en México y que viajaría por todo el mundo para convertirse en una gran obra universal.
   Ya corta el aliento del enmarcador que disfruta de una fusión de luz y color que no entiende.
    Espero amiga Albertina que te llegue en buenas condiciones y lo disfrutes. No he hecho foto, me gustaba tanto que prefería soltarlo sin despedirme de el. Un abrazo de este aprendiz.

LLEGÓ LA PRIMAVERA

       Estaba yo como siempre en mi largo letargo invernal dentro de algún acto, no me acuerdo bien si realmente era un entreacto de la obra teatral que vivo desde hace mas de cincuenta décadas oí a lo lejos el trinar de un pájaro. Aleluya despierto y corro hacia la calle, al jardín de hormigón y cristal para ver de cerca la llegada de la primavera, el primer pájaro que despierta y viene a deleitarme con sus trinos.
Bajada de telón, no hubo aplausos, solo desasosiego, no entendía nada me quedé helado hacia frío y esperé a ver que escenario tocaba en el siguiente acto.
      Risas me despertaron, pues realmente estaba en el portal de mi casa, descalzo y en pijama, no era primavera, hacia mucho frío y sentía la ridiculez del momento desde muy adentro. Pero........ Se oye el trino nuevamente, si eso si era cierto, estaba despierto helado pero seguro que había un pájaro a mi derecha, escondido en el buzón del piso 3ª C. Jo que suerte pensé un pajarito está haciendo su nido en mi buzón, es el milagro de la primavera.
     Despacito me acerqué a el, lo abrí con suavidad para no asustarlo y así poder contemplar con todo su esplendor aquel ser que me regalaba su hermosura. Allí estaba, pero no había un ser vivo, parecía un sobre, pero que raro, de donde procedía esa música, que ya me sonaba mas mecánica, era un sonido melódico y muy bello, claro pensé debe ser una cajita de música.
    Meto mis manos para tocar ese bonito sobre, para abrir la cajita de música que me regalaba Lorena López Centell desde Argentina, era una melodía de Luis Alberto Spinetta.
       Al abrir el sobre me encuentro una magnífica caja de color hueso finamente labrada. Con cuidado la abro, aún pensaba que podía tener oculto algún duendecillo, pues no sabia como podía seguir sonando después de tantos días de viaje.
     En el interior del lindísimo contenedor estaba todo el secreto acordeonado de la ciudad paso a paso, minuto a minuto, finamente ensamblado en un aura un tanto triste, era una ciudad melancólica, gris.
Realmente pensé aun queda bastante para la primavera, pero ya presentía un bonito renacer desde la esperanza y la ilusión de quien hace que cada día sienta emociones muy encontradas al acceder al universo y la diversidad de los creadores de arte que me han regalado un trocito de si mismo en cada obra que recibo.
Un abrazo a todos y espero que sigan recreándose con el goce de recibir y dar mas y mas obras.

PASEO DE LOS TRISTES

Era el atardecer de un plúmbeo otoño, paseando por mi querido Paseo de los Tristes en  Granada a la rivera del río Darro, en el valle formado entre la majestuosa Alhambra a mi derecha y el Nazarí barrio del Albaicín a mi izquierda me paré como siempre a ver a los juguetones gatitos ya mas creciditos, pues estaban listos para pasar un duro invierno, cuando descubrí algo que me llamó mucho la atención, algo nuevo….
    La distancia era corta, pero mi agudeza visual aún lo era mas, así que con mi cansino andar me acerqué a una pared recién pintada, era una tapia de alguna obra abandonada, resquicio de la ansia inmobiliaria de tiempos atrás, parecía que aún estaba fresca la pintura, si, de hecho aún había un bote de pintura en el suelo, fruto de alguna huida rápida de los grafiteros a los que admiro mucho desde que tuve un compañero en el módulo de grabado.
   Me acerco, lo miro, me alejo nuevamente para verlo desde otro ángulo y poder interpretar el mensaje aunque algo desvaído por mi presbicia y veo que han aprovechado las protuberancias y defectos del muro para dar más volumen y fuerza al trabajo, magnífico por cierto.
   Me acerco y toco una protuberancia que me llamó la atención, era cuadrada aproximadamente de 10cm.X 10cm. veo que tiene una letras hechas como con esténcil, pero no era así realmente estaba estampada, que raro pensé, además estaba la firma del autor, era algo como una aspa, no se no veo bien. Asoma un hilito y tiro de el. Que susto, se vino conmigo ese trocito de pared de tonos ocres y verdosos con las letras en azul.
     Ya en mis manos comprendí que mi amigo Jacinto Lara desde la ciudad de la Mezquita me dejaba este lindo presente en el lugar de mis paseos habituales desde de vivo en esta bella ciudad.
    Me siento en un banco junto al río calmo y limpio, oigo su arrullo y lentamente abro mi pequeña fantasía desde el rojo corazón de Jacinto parte un cordel uniendo cada página y traspasándolas como si de un puñal se tratase hasta llegar al mío sito en la tapa final.
   “LA CIUDAD QUE ME SUEÑA"  Me susurra suavemente al oído, ciudad que me ama y me odia, sentimientos tan encontrados como sublimes. Ciudad que me estremece desde su luz hasta la sonoridad de las colmenas donde habitamos.
   Retazos de luz y color, trozos de la pared donde lo encontré, jirones de piel y pintura en el obra de fuerte estructura industrial, fruto de la deshumanización de la ciudad.
  Hermosísimo libro, te felicito amigo. Un fuerte abrazo a todos.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

TÉ NEGRO CON CARDAMOMO




     Me había levantado como siempre a las siete de la mañana, leído la prensa generalista y económica del día, las reseñas más importantes para  hoy, un día después de la nacionalización de YPF.
   Estaba calentando agua en mi tetera para la segunda infusión de la mañana (un litro), este quería tomarlo con cardamomo, me encanta su sabor mezclado con el té negro, potente, sin azúcar, caliente despejante y demoledor para mi estómago. Mientras llegaba a ebullición procedí a poner música, pues ya eran las 8:55 de la mañana y como siempre desde hacia muchos años escuchaba música clásica para animar mi jornada laboral. Es uno de los mejores momentos del día, mi humeante te en la mesa y el mercado a punto de abrir sus puertas, para que los feroces leones puedan saltar a la arena a despedazar a todo cordero que osase pasar junto a ellos.
     Había pasado una mala noche, llevaba ya varias jornadas durmiendo mal, tenía problemas en la escuela, ya no me  interesaba el arte textil según se impartía allí, solo la inercia y el amor propia hacían que día a día pasara unas horas encerrado en el taller, tejiendo para otros algo que ya no me interesaba, roces que producían laceraciones en el alma, punzadas de agujas imaginarias, costuras de hilos invisibles que se rompían, trozos de piel colgando como si fuéramos serpientes en plena muda. Un paisaje desolador para todos. Cadáveres de antiguos alumnos nos hablaban, susurraban sus tristes historias con sonrisas desencajadas que dejaban ver el paso del tiempo entre sus encías, ya solo pendía algún resto de sus antiguos dientes en sus bocas. Parecían animales que hubieran estado enjaulados años entre las paredes de aquel antro antaño florido y bello.
    Ya todo es un antiguo recuerdo, había pasado para mi el tiempo, el hombre mayor de la clase se había convertido en una sombra que arrastraba sus cansados pies entre los telares, ya no creaba, había dejado de sonreír hacia meses, pero seguía en clase día tras día, sin apenas moverse, por supuesto sin preguntar nunca, haciendo lo que buenamente podía y esperando que pasasen los días para poder dejar para siempre el lugar “Zen” como lo definió el maestro de ceremonia el día de la inauguración de la cacería.
     Día tras día amontonaba trabajo, día tras día nos decía que nos resultaría imposible aprobar, día tras día nos infundía miedo. Ya nada importaba en “el reino de lo vertical”. Ya todo estaba muerto y enterrado.
   La música a escuchar estaba preparada para comenzar, era algo de Mozart, magnífico pensé, ya solo falta esperar el toque de la campana virtual de la Bolsa de Madrid para ver los primeros cambios del mercado. En la preapertura se observaba que bajaría algo, pero como siempre el dato era muy sesgado y no me podía fiar de el, hacia muchos meses que el volumen de las transacciones había bajado a la minima expresión, no había profundidad de mercado y solo algunos traders y las mesas de los bancos que movían sus propias acciones hacían acto de presencia en el cruce de ordenes, solo algunas decenas de miles se podían ver en la apertura en el mejor de los casos.
    Junto a mi mesa de trabajo se encuentran CDs antiguos, algunos de programas y aplicaciones obsoletas y uno de música que no puede reconocer el lector MP3 que uso normalmente. Veo que asoma una cajita mas pequeña, mas bien era como si se tratase de un mini CD, eso me extrañó, puesto que nunca he tenido en mis manos uno, así que me apresuré a tomarlo para ver de que se trataba, además algo curioso me llamo la atención, pues colgaba de un hilo una pequeña estampita, parecía que fuera un escapulario, eso ya me parecía mas que imposible. En ese momento recordé a mi tía política Conchita, bonitos recuerdos de ella me acompañan siempre, pues en una caja de costura de lata, negra, con decoraciones chinas del peor gusto que regalaba Cola Cao muchos años atrás había unos pequeños escapularios que llevaba la gente en la guerra (guerra civil española) para protegerse de las balas y su nombre era “detente”. Imposible de los imposibles, eso si que no podía ser, aunque conservo algunas cositas maravillosas de esa caja nunca quise una pequeña estampita de aquellas.
      Ya sin mas dilación y con esa cajita en mis manos pude ver que lo que colgaba nada tenia que ver con santos ni vírgenes, era mas mundano era el cartoncito de un paquetito de té que nunca había visto, La Virginia se llamaba, letras blancas sobre fondo rojo y una pequeña coronita sobre la “V”, en la parte trasera estaba la leyenda, muy bonita, en esta y decía: té con sabor FRUTILLA. Que simpático pensé, yo que tomaba esa infusión desde hacia muchísimos años no conocía esa forma tan bonita de tomarlo.
    Al abrir el estuche ya encontré la respuesta al enigma, era música si, pero música escrita, estaba en papel pautado sobre fondo negro, era una gran mancha redonda donde descansaban las notas musicales, las cuales suavemente entonaban una melodía, nunca fui capaz de aprender música y por eso me la habían traducido, aquello era” un plato lleno de semillas oscuras”. Me encontraba frente a una poesía visual, era un librito hábilmente realizado para que lo encontrara entre mis cosas, entre mis libros. Esta preciosidad portaba en su interior el alma de Marcela Peral que desde Argentina y en forma de collage, me dejaba un poema de Hugo Padeletti. Desde Rosario y con un mensaje de PAZ viajo por medio mundo para dejarse caer en mis manos y poder descansar para siempre.  Este ejemplar que toco y huelo me hace sentir de cerca su aura.  
         Maravillosa obra de nuestra amiga que guardare con mucha dulzura junto al resto de sus pequeños compañeros.

EL JUEGO DE LA OCA



      El Laberinto (Casilla 42).significa el extraviado que debe saltar a la Casilla 30, justo antes del Pozo y a punto de alcanzar la OCA. Se ha representado como la Torre de Babel: la confusión de caminos físicos, idiomas e ideas.
    En las Iglesias y Catedrales, era frecuente representar en el pavimento de las mismas determinados Laberintos por los que yo me disponía a caminar, a perderme nuevamente, solo que esta vez este singular pasillo eran unas escaleras  estrechas y curvas, mientras subía me sentía como un contorsionista al tener que retorcer mi cuerpo de medio lado, amoldándolo a la curvatura de la cúpula. Si amigos míos estaba subiendo esos 551 escalones de  San Pedro del Vaticano, fue un invierno frío del año 2007, el día en que se sortea la lotería de Navidad en España.
    Sensaciones de pesadez, frío húmedo, gran trasiego de personas que subían y bajaban por las estrechas escalinatas, gastadas sucias y dejadas, las pequeñísimas ventanas que había estaban enrejadas, altas y apenas dejaban pasar unos rallos de luz tamizados por el polvo de siglos que se amontonaban en la tupidísima trama que arañas y hombres habían tejido sobre los barrotes centenarios. El aire estaba viciado, llevábamos mucha ropa y esta hacia que sudáramos mas y mas, nuestros cuerpos hinchados por la ropa mojada hacia casi imposible pasar cada vez que encontrábamos personas que bajaban, estas lo hacían rápido, aplastándonos contra los muros, la cara buscaba alguna hendidura donde guarecerse de la podredumbre de la pared, los bolsos quedaban atrapados entre los sudorosos cuerpos haciendo imposible avanzar.
  En las brevísimas y pequeñas ventanas asomaba la nariz intentando tomar aliento, algo de aire fresco, quería ver mas allá estaba sintiendo un fuerte ahogo, una sensación de malestar que me dejaba sin respiración, esta estaba muy agitada, peligrosamente agitada, necesitaba respirar, ver luz, llenar mis pulmones de aire fresco para continuar  a lo alto de la cúpula, pero aquello cada vez era mas estrecho, la gente volaba escaleras abajo arrastrando cuanto encontraba su paso, la curvatura  hacia imposible avanzar a mi orondo cuerpo, pesaba mucho, ya había dejado de hacer aerobic, dejé el gimnasio dos años antes por la cantidad de lesiones que acumulaba.
   No sabia cuanto mas aguantaría, y la verdad era que temía el momento de bajar, tendría que arrollar a centenares de personas que subían, que se agolpaban en los ventanucos para poder respirar, aquello ya se me antojaba dantesco, era imposible continuar avanzando, casi ni notaba los jadeos de cuantos pasaban a mi lado, de los empujones del aplastante y curvo lugar donde me encontraba.
   No se cuando propuse de bajar ni a que altura nos encontrábamos, pero “” me dijo Conchi y corrimos escaleras abajo, llegamos muy pronto al aire libre, a respirar, asentirnos seguros.
   Que experiencia más asfixiante, no disfruté nada el magnífico lugar, de hecho, la visita posterior y más calmada a la Basílica no fue tan placentera como debiera debido al malestar que aun me duraba, al sudor que me empapaba y me enfriaba.
  Ya terminando el recorrido, fuimos como casi todos los turistas a la estafeta de correos a automandarnos una postal, que curioso es el destino, no sabia que en unos días recibiría la que seria la primera de mis obras de “mail art”, bueno supongo que puede llamarse mi primera, porque aunque estaba impresa mecánicamente, llevaba el texto de mi puño y letra.
   Curiosamente ayer encontré nuevamente un laberinto en mi cabeza, bueno más que en mi cabeza, en mis manos, pues en mi cabeza ya sabéis que porto no uno, sino cientos de ellos. Era el laberinto de Susana Munay que desde Argentina me llevaba a pasear por mundos maravillosos y variopintos de Roberto Juarroz y JL Borges, todo ello finamente hilado en un magnifico y recogido libro plagado de laberintos. Laberintos en el sobre, laberintos en el interior y como no, laberintos en mi cabeza.
   Muchas gracias amiga por este maravilloso y sobrecogedor momento que me has hecho recordar. Un fuerte abrazo

NATURALEZA MUERTA



     
    Fue como un rayo,  un gran relámpago que me cegó, quedo todo iluminado, haciéndose el día sin mi precioso amanecer que tanto anhelaba, pero pronto me percate de mi error, ésa luz cegadora correspondía a un gran cataclismo, pues segundos después oí el atronador rugido de las entrañas de la tierra, el estremecedor sonido del dragón que duerme placidamente en el corazón de nuestro planeta, era la tragedia que escondía la noche estrellada y esplendida que disfrutaba yo después de una larga cena conversando con todos mis amigos. Porque ese día conseguí reunirlos a todos.
    Había demasiados incluso diría yo, ¿como era posible que cupiera tanta gente en aquella estancia mitad al aire libre mitad protegida por un enorme y desvencijado toldo que antaño fuera de listas y que ya lucia pardo, incluso blanco donde ya los hilachos colgaban y se dejaban mecer por la suave brisa que en aquel preciso instante dejo de soplar.
      Me quede helado, incluso tenia esa sensación de vacío de soledad que últimamente me asaltaba y no me dejaba concentrar en las tareas cotidianas de un hombre de mi edad.
    Aquella muchedumbre que parecía absorta en sus cuitas, no presto atención a ese cúmulo de sucesos encadenados que estaban ocurriendo a nuestro alrededor, sobre nuestras cabezas, bajo nuestros pies, era extraño, parecía que solo yo estuviera vivo, ellos parecían quietos muy quietos para la cantidad de alcohol que habíamos ingerido desde ya muy temprano y que había causado ya algún altercado entre ellos, pues la diversidad era tan grande que cualquier charla por banal que fuera desencadenaba tal cantidad de opiniones y grupos de debate que terminaba mal, incluso hubo algún conato de pelea mas allá de lo puramente argumental, pero sin que llegara a mayores.
     La temperatura bajo muchísimo de golpe, aquello si que me extraño muchísimo, pues si estábamos viviendo algún tipo de cataclismo,  lo normal es que sintiera calor por el incendio que debía de haber muy cerca y que podía ver y sentir desde mi sillón junto a la mesa de las bebidas.
    Después de unos minutos en la misma posición esperando algunas reacción de los asistentes, pude comprobar con gran estupor, incluso con miedo, que nada había cambiado, todo seguía igual parecía que estaba viviendo dos realidades, y digo realidades, no lo que acostumbro a vivir, ya sabéis mi mundo interior y algunas veces incluso el exterior. Esta vez eran dos realidades superpuestas en la que yo estaba presente en cada una de ellas, con la salvedad de que realmente mis amigos estaban ordenadamente según el juego del ajedrez, mas bien según alguna estudiada estrategia que debí haber usado con ellos y que ahora recreaban para mi, con sus ropas medievales y sus caras, bueno sus caras ahora que me fijo son blancas, un blanco marmóreo y en sus cuencas vacías no había ojos, solo oquedades oscuras tristes y malolientes oquedades. Aquello empezaba a inquietarme, ya solo  quería aferrarme a la otra realidad que aun estaba viviendo y que parecía que quería desparecer, esa realidad era…. despareció, realmente ya no estaba, y lo peor era que no podía recordar que había en ella, me la habían quitado y borrado de mi mente, ya todo estaba iluminado de un rojo intenso y el calor de mí alrededor me dolía al penetrar en mi frío e inerte cuerpo. Entonces comprendí lo que estaba pasando realmente.
    Mis amigos habían dejado de serlo después de cada partida del juego absurdo de mi vida, después de perseguir al rey sin poder matarlo con hábiles jugadas, después de no conseguir otra victoria que pudiera darme la satisfacción del vencedor.
    Ya estaba todo claro, esa era el último jaque mate al que me enfrentaba y acababa de ser vencido por un puñado de amigos inertes fríos y muertos. Ya podíamos jugar nuevamente una nueva partida, muchas más partidas en la que seriamos las figuras blancas y frías del juego.
   Rafael  Araujo en su librito naturaleza muerta en su juego serigráfico de formas infinitas y tridimensionales me ha subyugado hasta hacer visible nuevamente el lugar en que me encuentro, que nos encontramos respecto al todo. Un sentimiento que nos invade una y mil veces en el espacio tan corto de la vida y que inútilmente agarramos como si en ello nos fuera algo importante, pero que realmente es tan efímero que nos resulta incomprensible y nos hace ser insignificantes piezas de nuestro propio ajedrez y de la partida en la que no sabemos que finalmente cuando nos coman el rey, comprenderemos que esa pieza tan importante éramos nosotros mismos.
  Te felicito y te agradezco que hayas compartido conmigo tantas emociones en tan poco espacio. Un fuerte abrazo

LA MIRADA PERDIDA




      Lapislázuli para cubrir la vida efímera de madres, hijas y hermanas.
      Jaula de seda, pesada, muy pesada. Fuertemente aprisionada a la sien y a la sin razón.
     Mirada perdida ¡ja! ¿Perdida? Sí, perdió la vista, la vida…… Lo perdió todo.
     Azules compungidos, lapidados, violados……..
    Tristes azules.

CAJITA DE CUENTOS




   Me desperté azorado, sudando, la respiración muy agitada, estaba tumbado boca arriba en la cama, ¿pero que cama?, no sabia, intentaba recordar algo pero aún estaba demasiado nervioso para pensar en nada. Intenté tranquilizarme, analizar la situación mientras amanecía en mi conciencia, poco a poco el puzzle se iba uniendo. Estaba en mi cama, si eso si, no se oía nada y era noche cerrada, todo correcto nada especial, además sabía que no me había despertado nada ni nadie.
    Todo había sido un mal sueño una pesadilla agridulce, aunque aun no me acordase de nada, sabia que era algo muy lioso, por la refriega que había tenido con mis sabanas liadas sobre mi cuerpo y algo húmedas por el fragor de la batalla.
    Tranquilamente fui hilando todo, me acosté temprano, eso si lo recordaba perfectamente, y como siempre con cosas en mi enorme, oronda y lisa cabeza. La testa siempre abarrotada de refriegas y contiendas inútiles, de restos de mis propios naufragios. Así que es cosa normal que cuando me despierto tenga nuevas batallas por delante, nuevas trifurcas que ganar, nuevos retos para afrontar.
   Aquello que me despertó tan violentamente (estaba ya recordando algo vagamente, que pena que no lo pueda reproducir después de pasados unos minutos. Podría escribir espeluznantes cuentos de terror) era algo parecido a un paseo o un viaje, no se muy bien, estaba en otro lugar es posible que incluso en otro tiempo, ese paraje me era desconocido, lo mismo podía ser México que Rosario, Montevideo que Buenos Aires.
    Estaba observando a una pareja que se besaba en un bosque mientras escribían hundiendo una navaja en un árbol “te amo” dentro de un corazón. A lo lejos pude ver un tren que pasaba despacio, muy despacio, parecía un cuadro de Giorgio de Chirico
      Todo calmado pero en tensión, a la espera de que algún resorte lo cambie la situación y vuelva a perderme en mis abismos, pero de momento todo parecía tranquilo, las mariposas volaban libremente  ondulantes en sus íntimos itinerarios para posarse en las ramas de los árboles cercanos, junto a los pájaros y confundiéndose con las maravillosas flores que bordaban un hermosos paisaje eso si, sin aire, enmarcado por los edificios tan iguales y tan distintos de la ciudad , encerrando así tan bucólico lugar.
   Ni un Rey hubiera sido tan feliz como yo lo estaba, pues en mi mente aun estaba una frase que escuche en boca de una amiga “arte es dar”, que bonito…esto me recordó que una vez participé en un intercambio de libros de artista, en aquella ocasión como en tantas otras me introduje en el grupo de artista para arrebatarles sus creaciones y sentirme feliz de obtener algunas maravillosas obras a cambio de unas miserables estampas. Me vi a mi mismo con cara de especulador, La mirada turbia comprando obras de arte con unos míseros billetes de banco, pero aun era peor que eso, porque en esta ocasión yo mismo los había estampado en mi casa con artes primitivas.
    La imagen que recordaba ya no estaba estática, toda ella estaba en movimiento, viva, realmente parecía que hubiera sido un descanso en mi viaje solitario por historias cotidianas buscando a alguien que me lleve al baile para poder morir y así poder contestarme a mi mismo si  realmente es un imperio la luz que se apaga o por el contrario, tan solo es una luciérnaga, como si de un hermoso haiku se tratara.
    Ya despierto totalmente recordé que en la habitación contigua descansaba una cajita llena de ilusiones y esperanza, llena de pájaros y mariposas y sobre todo llena de amor.




     Este relato escrito con gran cariño para todos quiero que sea leído como  un enlace, como un nexo de unión de todos los libritos que he recibido y los que me quedan, como  un recuerdo de tan maravilloso evento.
 Ahora paso a relatar los nombres de los que han contribuido al relato y como:

JIM LORENA: Rey
ANGELA VADALÁ: Soñaba que……. Vuelo
CLAUDIA MORASSI: Arte es dar. Pájaros. Flores.
VIRGINIA MALUK: ¿Es un imperio esa luz que se apaga o una luciérnaga?
ISABEL SEVILLANO: Árboles. Pájaros. Pájaros posados en árboles.
LORENA LOPEZ CENTELL: Andando descubro. Mariposas. Historias cotidianas.
ANAHI GENTILE: Corazón, Tren. Te amo.
CITLALI: Ciudad de viento
JACINTO LARA: La ciudad que me sueña.
ALBERTINA TAFOLLA: Mariposas al viento.
ARTURO CASCIARO: ¿Llévame al baile que pueda morir?
SILVIA BORGHI: Ciudades. Chilanga. Rosarina
JORGE ECHINEQUE: Montevideo
Mª. ANTONIA SANCHEZ: Itinerarios íntimos. Aire
CLAUDIA ROFMAN: Buenos Aires.
GABRIELA SODI: Corazón. Solitario.

  Un fuerte abrazo a todos y perdonadme si me dejo algo o a alguien fuera.

VIRGEN DE LOURDES (FRANCIA)




                Hace unos días o quizás años, no se realmente, el tiempo ha pasado tan rápido, bueno lo importante es que estaba en Lourdes de visita laica, paseaba por esa ciudad sin ninguna sensación de misticismo, miraba escaparates, observaba a las personas en su deambular, la mayoría de mucha edad, de todas las razas y muchas, muchas religiosas con bufandas azules de algún acto religioso al que habían acudido, sus ropas de todos los colores, sus piernas tapadas con gordas y tupidas medias y zapatos de todo tipo. Sus cabezas agachadas me hacia imposible escudriñar sus ojos su mirada no estaba disponible para la vida mundana.
   Allí estaba yo paseando con Conchi, intentando desentumecer nuestros cuerpos después de varios días de viaje, hacia frío, el hotel contratado dejaba mucho que desear a pesar de sus estrellas y la comida de pena, así que solo quedaba pasear e imbuirse en el ambiente religioso limpio (estábamos en lugar sagrado y en la montaña) y muy silenciosa, la muchedumbre avanzaba despacio callada, con grandes velas en sus manos, velas largas de color azul celeste en el extremo inferior. Empleados de todas razas iban retirando la cera perdida para volver a fundirla y hacer nuevas velas que luego venderían para volver a recoger la espelma y volver a repetir todo el proceso.
     En unas pancartas portadas por gente estaban imprimidas las frases “prohibido hablar” y “prohibido teléfonos móviles”, en varios idiomas y sus respectivos pictogramas, se paseaban por todo el recinto lentamente, casi arrastrando sus pies cansados, mientras los visitantes con vela en mano pasaban por los grifos de agua milagrosa para tocar, beber y llenar sus respectivas botellas, esto gratis, totalmente gratis, esto si que es difícil o imposible en estos días en que vivimos, todo este despliegue de servicios sin coste alguno para el visitante, solo las velas se pagaban, pero nadie controlaba cuanto dinero depositabas por las velas que retirabas.
     Después de pasar por el agua  y las velas llegamos a la gruta donde a Bernadette se le presentaba la Virgen, el agua brotaba por el lugar sagrado y las piedras rezumaban el liquido milagroso que era tomado por las manos de los peregrinos para pasarlo por sus caras y brazos, personas con miradas perdidas, calladas muy calladas, andares calmos y expresiones compungidas, distantes los pensamientos. Un momento de recogimiento para todos, salí de allí pensativo, distante y en silencio, llega a ser un momento especial, no por lo que hay, sino por lo que sientes de las personas que te rodean.
    En lo alto está el poder del dinero, la grandeza expresada en papel moneda, maravillosas construcciones, en las que hay gran profusión de oro para demostrar que Dios es el poder y la Gloria. Estancias forradas de agradecimientos esculpidos en mármol y seguramente pagadas con algún tipo de magnífica limosna por los favores concedidos por la magnánima Señora.
    Al bajar nuevamente a la parte mundana, al mundo de los vivos, estaban los que pedían por sus almas y sus cuerpos y el de sus allegados, nos encontramos con el drama. Un drama humano en el que los protagonistas estaban en gran procesión de “voitures bleues”, que son unos carros azules con capota, tirados por voluntarios uniformados, para llevar a personas discapacitadas a visitar las instalaciones y luego pasar a bañarse en las aguas purificadoras y milagrosas de la Gruta.
     Días después, y al llegar a mi casa, me encuentro nuevamente esa masa ingente de personas, miles, millones de personas, solo que esta vez no iban uniformadas, ni tiraban de carros, ni siquiera llevaban la misma dirección, era “la ciudad”, una ciudad que había llegado desde Argentina, y que al abrir el buzón salieron todos los habitantes de Chacabuco en tropel inundándome de su olor, de sus voces, de sus gritos y sollozos. Así que solo me quedó hacer lo mismo que hace mis amiga Rosa Gravino, “la transito, la respiro, me nutro de sus cosas y su gente. Me atraviesa”.
    Maravilloso libro que he recibido cuando ya esperaba pocos, aunque aún me faltan por llegar cinco. Un fuerte abrazo amiga y espero que te haya gustado el relato que me ha invitado a rememorar tu obra.
TEXTO DE LA TERCERA PÁGINA PROYECTO GRANADA PORTSMOUTH



Primera impresiones sobre las imágenes recibidas expuestas por Arturo en su web site :
http://www.arturo-casciaro.com/Arturo_Casciaro/granadaportsmouth/gr...

Granada Portsmouth

Colaboracion con el Poeta de la Red Libro deArtista  
pagina 3

 Foto 2

      En esta imagen se muestra rompedor, en todo lo que puede, destroza la forma, consiguiendo así un nuevo espacio descontexturizado. Ya me demuestra que está abierto, que desea que perciba su buena disposición hacia nuevas formas de concebir y de crear.

Foto 4
      Cuadrículas, espacios acotados, ventanas.
     Mister Casciaro nunca cuadricula su obra, nunca llena de color el espacio, y por supuesto no deja al azar el trazo, esa línea que delimita, que recorta y que da pureza y determinación a su creación, es su impronta, su sello, no en vano deja sin firmar algunas de sus fantasias.
     Llani (como se presenta a sus amigos) ha dejado en esta imagen que la mancha domine al trazo, ha dejado que la permeabilidad del soporte jugara con la forma. Me deja con la incógnita de saber si esta interactuando con el papel impreso que le mandé, pues no era un papel al uso, estaba manchado, descolorido, pintado, texturizado y un poco arrugado, aunque aún así le pareció poco y atinadamente lo rasgó para que formara parte del todo sin perturbar un ápice la paz zen que habia creado.

Foto 5

    Blanco y crudo se unen, al fin y al cabo son los dos el mismo color, la misma tonalidad, una un poco mas sucia que la otra, pero en esta ocasión, la tinta china hace el milagro, y sólo la línea, esa línea que habilmente usa en su obra, rompa la paz de esa unión.

Foto 5

    Blanco y crudo se unen, al fin y al cabo son los dos el mismo color, la misma tonalidad, una un poco mas sucia que la otra, pero en esta ocasión, la tinta china hace el milagro, y sólo la línea, esa línea que habilmente usa en su obra, rompa la paz de esa unión.
Comentario por JUAN ANTONIO SANCHEZ HERNANDEZ el julio 15, 2012 a las 1:04am
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Foto 6

   ¿Que me propone? ¿que quiere representar?. En esta imagen hay cruces, barrenas que se introducen en la tierra árida y ajada como si fueran las raices de un baobab. En esa ilustración veo espiritualidad, pero con un gran asentamiento terrenal, toda ella teñida de negro. Ese luto está desvirtuado por su sombra, sombras negras sobre un blanco pálido, remarcado por un azul dificil de definir, un celeste mortecino y matado por el ocre del maravilloso papel que lo cobija.

Foto7

    Nos muestra el total de la obra, estan unidas las tres primeras páginas sin conocer mi siguiente jugada, ha roto la forma y ya ni reconozco a mi ninfa, sólo veo alambres de espino que me atenazan, que comprimen la obra de Arturo separando la mancha primigenia de la historia.
     Hay que buscar un nuevo nexo, tengo que darle vida a esta nueva fase del preludio de Debussy.
Foto8

   Unida con la foto 3 y comentada anteriormente.

Foto 9

    Me resulta imposible de comentar, pues en esta imagen une dos conceptos, dos personajes que nunca se han conocido y por consiguiente, la fusión aún está en estudio.
    El ilustrador lo ha conseguido haciendo un puzzle, una suerte de rompecabezas con tan sólo unos cortes en el papel y uniendo el resultado final sin necesidad de cola ni de hilos, para que así nada ni nadie interfiera en el resultado final.
    No debemos de olvidar el bagaje profesional que arrastra, imprimiéndole un sello conceptual que alguna vez pudo ser confundido e interpretado como fuerte y pragmático. Gracias a estas cualidades y a su actitud colaborativa, al estar acostumbrado a liderar grupos de trabajo, sabe crear y organizar un proyecto desde otro punto de vista diferente, atacar los problemas desde su base. Ya tenía su propio plan de contingencias antes de que apareciera cualquier imprevisto, como vemos en la resolución de esta fase que podría representarse de muchas formas, pero dificilmente se podrian mejorar las estructuras. Al haberle mandado yo el texto en un papel muy diferente al suyo, tanto en forma como en color y que además ya había tratado con colores muy diferenciados a los usados por él en la ilustración.
     La suerte de haberlo recuperado para el arte después de su larga y exitosa vida profesional, nos recompensa con un creativo involucrado socialmente y abierto a colaboraciones con colegas de diferentes ámbitos artísticos y culturales.
Comentario por JUAN ANTONIO SANCHEZ HERNANDEZ el julio 15, 2012 a las 12:56am
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Foto 10

   Su propia obra oprime el concepto, rompe las formas y nos hace reflexionar sobre el origen y la génesis del proyecto. Aquí ha unido las tres partes sin parpadear, sin dudar ni un segundo en qué lugar debía estar inscrito cada módulo, cosa que cada uno podríamos variar si en alguna ocasión tuviéramos la posibilidad de hacerlo, puesto que el diseño hace posible cambiar en cada momento el orden y lugar en que queramos ver el conjunto.

Foto 11

  Es una parte de un todo dificil de separar, pues en este fragmento veo una mancha, un ser biomecánico muy orgánico pero dificil de definir, en el que un frío azul salta de su negra sombra alentado por el calor que le imprimen unos cálidos rojos y amarillos que la sujetan por dos extremos, y que hace que se arquee diagonalmente, haciendonos partícipes de la espectacularidad del momento.


Foto 12

   Clásica fotografia de libro de arte, imagen y texto compenetrados. Tipografía magníficamente tratada para que forme parte inseparable del conjunto.
   En definitiva sólo puedo añadir que es una obra fruto de una introspección y estudio posterior de un todo al que aún no he tenido acceso. Presiento que proyecta un futuro próspero feliz y pleno, pero muy afianzado en su pasado, es su forma de sentir y de hacernos partícipes de sus miedos y anhelos.
   Tengo la suerte de continuar con este reto llevando el peso de la palabra, para que con ella pueda mi amigo Arturo Casciaro seguir deleitándonos con el siguiente dibujo, una mancha que inundará de luz y color nuestro libro y nuestras vidas.